miércoles, 19 de diciembre de 2012

"La famiglia"


Lo bueno de que tu empresa esté ubicada en un país extranjero es que llegan las vacaciones y toda la plantilla escampa a su casa para pasar las fiestas con la mamma. La estampida general empieza este viernes y yo ya estoy preparada-lista para disfrutar de las vacaciones, de los kilos amasados a base de polvorones (¿remordimiento? ¿qué es eso?) y sobre todo de mi gran  famiglia (cada vez que la nombro suena de fondo  la música de "El Padrino", es curioso)

Empecemos por el origen...
Mis padres se conocieron un verano allá por los años 80 en Benidorm.
Él quedo prendado del tono rojo cangrejo de ella,  ella obnubilada por ese acentillo y sus aires de galán latino. Los "cubalibres" y la noche hicieron el resto. Nueve meses después nací yo y al poco Giovanni, mi hermano, mi confidente, mi persona favorita en el mundo.

Mi padre es el mayor de tres, lo que le convierte en il capo absoluto. Tiene un hermano y una hermana (la tía Chula, mi tía favorita), estos, tienen cuatro hijos cada uno que a su vez tienen una media de 1,3 churumbeles por cabeza, lo que hace una suma total de...tropecientos. 
En Navidad nos reunimos todos en la casa de la montaña del primo Aldo con el fin único de abrir regalos y comer, comer y comer como si se fuera a acabar el mundo, pero que parezca un accidente, porque teóricamente estamos todos a dieta.
Mi madre tiene una hermana, la madre que parió a Marco, mi primo hooligan compañero de borracheras y consejero sentimental, el chico de la eterna sonrisa.

Por último están mis mosqueteras: Reina Mora, la Flaqui, la Flequi, Cestina y Miss Kitty. 
"Los amigos son la familia que se elige" yo las he elegido y ellas a mí. Las llamo mosqueteras porque siempre luchan a mi lado y son absolutamente imprescindibles en mí vida, cada una por algo en concreto y por todo en general. Ellas también son mi familia.

Esta es la gente maravillosa con la que compartiré mis vacaciones. A todos vosotros amiguetes blogueros, os deseo muy felices fiestas y un 2013 lleno de todo lo bueno. 
En Italia hay un refrán que dice..."chì scopa a capodano, scopa tutto l'anno" así que ya sabeís lo que hay que hacer... ;)




jueves, 13 de diciembre de 2012

Querida Barbie, lo que tienes que aguantar.


Ahora que se acercan las navidades y desde que tengo sobrinas (en cosa de 5 años mis primos/as se han puesto a procrear y  hemos añadido siete miembros más a "la famiglia") me he dado cuenta de que estoy muy poco puesta en el mundo de las muñecas.

Cuando yo era pequeña teníamos la Barbie, la Nancy y la Barriguitas. Cada una con su rol bien definido: 
  • Barbi era la tía buenorra y triunfadora. 
  • Nancy la coleguita enrollada y lista.
  • Barriguitas la bebé tierna y regordeta. A estas últimas además les poníamos nombres muy normalitos, Alicia, María... ahora se llaman todas Jenny, Jessi o Zulema, y de barriguita nada, lo que tienen son unos adominales que se caga la perra y unos ojos gigantes pintaos de rimel que me dan mucho miedo.

Supongo que todo esto se debe a la entrada en el mercado de las Morroschope. Si, esas con plataformas, extensiones y nombres de chica popular del instituto (o de reinona de Chueca) tipo Jade Shasha, nombres de divas divinas que mean de pie.
Estas mismas divas también están en versión  soy-gótica-y-emo-pero-estoy-buena que llena de merchandising la sección de juguetes del todos los grandes almacenes. Cada uno con su estilismo hace lo que quiere.

Barbie (que siempre ha sido la más absoluta) debe estar que trina, desde que unos activistas aburridos se pusieron a decir que si fuera una mujer de verdad no podría vivir con ese cuerpo (¿tanto os aburrís? dedicaros a cosas importantes, joder!) así que a sus 53 años le han quitado pecho y puesto cintura.
Querida Barbie, lo que tienes que aguantar...

Para mí, Barbie nunca estuvo hiper delgada, porque tenía pecho, muslo y las pantorrillas definidas (¿vosotras teneís pantorrilla y muslo? yo voy sobrá)

Lo que me pregunto es cuánto les habrán pagado a los supuestos defensores del ideal de belleza femenino para que no digan nada sobre las piernas kilométricas sin forma de las morroschope, sus cabezas gigantes, su ausencia total de cadera y pecho, las morcillas de burgos que tienen en la boca y los ojos de alien cabreao que se gastan. Como dice el refrán, "poderoso caballero es don dinero".
Querida Barbie, lo que tienes que aguantar...




jueves, 29 de noviembre de 2012

Esa llamada.


Hace unos días recibí una llamada. 

No la esperaba, me alegró la tarde y sacó a la adolescente parapetada tras la Súper Pop que llevo dentro.
Quien me llamó es alguien de quien me despedí hace unos meses con muchas lágrimas y con muchas cosas que decirle. 
Si hubiera sabido lo que iba a pasar justo una semana después de que él se fuera (recordadme que os cuente lo que pasó) se las habría dicho, así sin pensar, con un par! le hubiera dicho todo lo que se me pasó por la cabeza en ese tiempo de la vida que compartimos juntos,  lo que viene siendo declararse sin tapujos, mi lado peli de Jennifer López en que se casan, está muy acentuado últimamente.
De ante mano os digo que es algo imposible, principalmente  porque dudo que sintamos lo mismo,  porque nos separan muchos kilometros de distancia y  porque tengo una fuerte tendencia a idealizar las cosas. Seguramente  esos momentos divertidos, esas miradas ("si te cojo te hago de tó") y esa complicidad no eran tal, pero el recuerdo siempre hace que todo parezca más grande (y yo en mi parra vivo feliz).

Chiringuito itañolo. Despacho de la Bionda, suena el móvil:

B- Chiringuito, buenas tardes? (¿quién coño será a estas horas?)
E- Hola Bio, soy yo.
B- No le oigo, quíen es? qué quiere? (perfecto, y encima no oigo nada, quién será? a ver si cuelga que tengo muchas cosas que hacer)
E-Soy ÉL, ¿estás ocupada?
B- Él! hola, qué ilusión hablar contigo ¿cómo estás? (cambio radical de tono, de bruja cabreada a tonillo de cordera lechal con matices pornográficos) que va, si no estaba haciendo nada! (En realidad tengo millones de cosas que hacer pero hablar contigo es mucho más importante que todas ellas.)
E- Te llamaba solo para hablar, qué tal todo, y el trabajo?
B- Todo muy bien, bla, bla, bla. (Te quiero, te echo de menos, vuelve.)

Y así estuvimos más de una hora. Me encanta hablar con ÉL, hubiera estado al teléfono mil horas más, (y ya salvaré el mundo mañana...) Es curioso, pero creo que ÉL me ha domesticado.
Bueno, para terminar con este post tan ñoño y echarnos unas risas os resumo la conversación whassap con la Reina Mora inmediatamente después de la llamada:

B- Tía, tía, que fuerte tía!! Me ha llamado Él, tíaaaa!!
M- Ala que fuerte tía!! y que quería tía?
B- Nada, para hablar un rato, tía! que majo tía!
M- Si tíaaaa, que majo!
B- Ya tía, que majo, le quiero tía!!

A veces soy como una adolescente, pero me lo paso muy bien... 
Feliz fin de semana, os súper quiero tías ;-)



jueves, 15 de noviembre de 2012

De huelgas y madres coraje



Ayer no hice huelga. Como ya sabeis, trabajo en línea para Italia y allí no había huelga, lo que había era una reunión importante-que-te-cagas, así que no es que quisiera, es que necesitaba venir a trabajar.

Temerosa de piquetes y vándalos de polígono (algunas personas tienen una forma muy peculiar de manifestarse) decidí venir en autobús para asegurarme la llegada, pero si no hubiera sido por la "madre coraje" que os contaré a continuación no hubiera salido de la Estación de Autobuses de Cuestarriba.

Cuestarriba, 7:30 de la mañana:
 El autobús interurbano lleno hasta los topes de gente que aprovecha los servicios mínimos porque no puede o no quiere hacer huelga. A cierto punto se sube al autobús una madre con una niña acolchada en rosa de unos 4 años (digo acolchada porque si se cae de un quinto no se mata: plumas hasta las rodillas, bufanda, guantes, gorro), y con la Barbi Rapuncel en la mano. La niña más tierna y más rosa del universo.
Y sin cejas.

A la salida de la estación un piquete de perroflautas con pancarta se ponen delante del autobús, empiezan a llamarnos de todo y a pitarnos (discurso de tolerancia y tal...) el autobús se detuvo y el conductor dijo que lo sentía pero no nos íban a dejar salir, entonces la mamá de la niña rosa se bajo del autobús y ella sola, como los espartanos en las Termópilas:

-¿¿¿Cómo que no sale este autobús??? SI SALE Y SALE AHORA MISMO, porque yo tengo que llevar a MI NIÑA al Hospital de la Princesa y ni vosotros ni nadie me lo va a impedir, así que os quitais vosotos u os quito yo!!
(literal, pero madre rosa intercalando palabrotas)

La madre no era gran cosa, de hecho era una señora bastante pequeña pero en ese momento era una bestia parda, una leona, viéndola la creerías perfectamente capaz de arrancar a mordiscos las cabezas de los manifestantes y limpiarse el culo con sus pancartas. Estaba luchando por su hija, podía con los veinte que eran y con veinte mil más. Ayer volví a comprobar, que las madres nunca tienen miedo ni se amedrentan ante nada cuando se trata de sus hijos. Algún día yo también quiero ser una leona, quiero defender a mis cachorros.

Por supuesto el autobús salió, yo llegue bien al curro y la niña rosa a su cita del Hospital, espero que se ponga buena pronto, y por favor, un aplauso a todas las madres coraje del mundo!


martes, 30 de octubre de 2012

A las patatas échales de todo


Es curiosa la manía que tiene la gente de pensar que las cosas ricas siempre quedan bien juntas, 
NOOOO!! ERROR.

Recuerdo una vez, cuando era muy pequeña que tenía examen de matemáticas en el cole, entonces se me ocurrió una genial idea...

-"Voy a beber zumo de naranja mezclado con leche, eso seguro que me hace vomitar y así no voy"

En ese momento pensé (y sigo pensando) que mezclar leche con cítricos era la cosa más asquerosa del mundo.
Bien, 20 años después lo están petando los Biofruitis, Soleados, y demás potingues veraniegos "para refrescarse" (y para cagarse vivo) Pero a la gente le encantan ¿Por qué?

Otro tema muy serio son las natillas con trozos de galleta. No las galletas maría de toda la vida, que cuadran perfectamente y le dan un toque de la abuela. No. Hablo de esas galletas que por si solas ya sustituyen una comida de tres platos.
Pero vamos a ver, ¿en qué estan pensando? Luego nos quejaremos de que hay niños gordos, padres gordos, adolescentes gordos... De acuerdo que las natillas están muy buenas, que las galletas con trozos de chocolate también y las galletas que se destapan y se chupan ya son la leche, pero juntas en la misma tarrina MAL.
A parte de perder la gracia de elegir, lo que resulta de mezclar todo eso es una bomba hipercalórica que no alimenta y no sabe a nada ¿Quién se lo ha inventado, el Piraña?

Esto también es aplicable a las patatas fritas, cuyos publicistas hacen hasta concursos en plan "elige el sabor mas molón", las candidatas (reales) al concurso son:

  1. Patatas sabor gambas al ajillo (ideales para pillar cacho en la primera cita.)
  2. Patatas sabor mojito (y de beber albóndigas.)
  3. Patatas con sabor sanwich mixto. (las preferidas de la Duquesa de York)

y así un largo etc de combinaciones que en realidad no saben ni a una cosa ni a otra pero tienen un tremendo poder de adicción que te incita a comer de forma compulsiva y en vez de alimentar lo que dan son ardores y te ponen los triglicéridos por las nubes, todo bondades oiga.

No entiendo por qué triunfa el mezclarlo todo, pero todo. A ver, las palomitas con caramelo están bien, poner uvas en las migas también, pero queso philadelpia con Nocilla? por Dios!

Claro que esto es una opinión personal y vista mi capacidad de acierto sobre los gustos de las masas populares voy a proponer que hagan tiramisú con garbanzos, el primero que lo patente se forra.

Buen puente.



martes, 16 de octubre de 2012

7 cosas sobre mí



La bloguera Netzi me ha concedido este premio que recibo con muchísima ilusión, GRACIAS! 
En las normas dice que debo contar 7 cosas de mi misma y pasarle el premio a 15 blogs. Bien, como soy muy cotilla quisiera pasaros el premio a todos y que me conteís siete cosas sobre vosotros mismos para conoceros un poquito más, de momento, aquí van las mías... al marujeo!

  1. Hace algunos años tuve problemas graves de ansiedad que conseguí superar con muchas horas de terapia psicológica y sin una sola pastilla, de lo cual estoy muy orgullosa. La ansiedad es una enfermedad crónica pero con la terapia adecuada se controla y se cura, ahora que lo he superado me siento la diosa poderosa y aunque siempre fui muy positiva, desde aquellos momentos tan duros lo soy muchísimo más, y me encanta.
  2. El café me gusta solo, largo y caliente. Ni leche, ni azúcar ni hielo. Como buenos italianos que somos, en mi curro tenemos una de esas cafeteras que anuncia George Clooney que hacen café ristretto, pero en casa tengo una normal que me hace 3 litros de café en un minuto, delicioso café!
  3. Soy leal y lo soy de verdad. Tengo absoluta lealtad a mis amigos, a mi familia, a mi pareja, a mí misma e incluso a mi jefe. Creo que la lealtad es mi mejor virtud.
  4. Mis dos películas favoritas son Kill Bill y Amelie. Un poco paradógico, lo se, pero es así.
  5. Soy 100% diurna. Me gusta el sol, madrugar y hacer planes a la luz del día. Por supuesto salgo por la noche, a cenar, al cine, de fiesta o de lo que sea, pero si tengo que elegir sin duda prefiero el día a la noche.
  6. Bailo mal y canto peor. Qué se le va a hacer.
  7. Soy tímida con los desconocidos y cariñosa hasta el extremo con mi gente, tanto en la forma de hablar como en el trato físico. Tengo conciencia de que la primera impresión que doy cara a cara a veces es seria e incluso sosilla pero gano mucho en las distancias cortas y cuando cojo confianza me encanta contar chistes y dar achuchones, ay que me gusta un achuchón!

Besos y achuchones para todos.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La violencia no es el camino (pero una ostia a tiempo te pone a andar)


Flipo (y me siento una hija estupenda) cuando veo los programas que han sacado últimamente sobre como educar a la muchachada conflictiva, Super Nanny, Hermano Mayor, Curso del 73, y ahora Padres Lejanos.

Que digo yo, ¿a esos niños por qué nadie les ha dao una colleja de pequeños? 

Durante toda mi infancia-adolescencia he tenido muy claro que la autoridad en mi casa la tenían mis padres, porque a parte de cariño, libertad y diálogo (que había a raudales) también había azote en el culo si me portaba mal, castigada sin tele o sin campamento si me quedaban muchas asignaturas en el cole
y castigada sin salir si volvía a casa "contentilla" un sábado por la noche. Bueno, quien dice contentilla dice borracha como una cuba, con mi madre nunca han funcionado las famosas excusas de:
 -Me ha sentado mal la hamburguesa (o los tres litros de calimotxo de después)
 -Solo ha sido un chupito (de granadina, que el resto han sido todos de tequila)
-Me han echado algo en la Coca-Cola mami (concretamente whiskazo de garrafón que he pedido yo misma)

El caso es que a pesar de los cachetes en el culo y los castigos (merecidos todos), he resultado ser una chica normal, sin traumas infantiles ni recuerdos amargos de adolescencia.
Me asombro mucho cuando dicen "no regañes al niño que le traumatizas" eso, eso, deja que Pablito siga metiendo aceite en el tambor de la lavadora, que no se traumatice...

"Pobre Luisito, le han quedado siete pero aún así le vamos a comprar una moto, que no nos la podemos permitir, pero es que le hace mucha ilusión, y si le han quedao es porque los profesores le tienen manía"

Si el tal Luisito no tiene ningún problema serio y lo que ocurre es que se ha pasado todo el invierno tocándose los huevos con los amigos en el parque sin aparecer por clase  y encima le compras la moto, es carne de cañón para Curso del 73

Así pasa, que luego crecen y la lían pardísima pero como no les han dicho nada de pequeños ¿ahora que hacemos? Pues llamemos a Hermano Mayor, un ex adolescente conflictivo, jugador de Polo que está buenísimo y es muy majo pero dudo que su labor docente sea efectiva, ¿qué ocurre cuando se va?

Por supuesto estoy en contra de cualquier tipo de maltrato y a los monstruos que pegan palizas a sus hijos les deseo la cárcel y algo peor.
Pero aquí hablo de familias normales y estructuradas por lo que se me parte el alma viendo por la tele a esos chavales que insultan a sus padres hasta hacerles llorar, que se burlan de sus profesores mientras lo graban con el móvil  y que son unos ninis rompe farolas. En fin, lo mismo me poneís verde pero sigo en mis trece de que la violencia no es el camino pero una ostia a tiempo te pone a andar.