martes, 21 de mayo de 2013

El hooligan y el mal de amores


El hooligan tiene mal de amores.
Impresiona mucho ver a un gigante pelirrojo hacer pucheros mientras respira corazones y despotrica indignado:
M- Bio, me ha dejado por un brasileño de su universidad! ¿pero que le habrá visto?!
B- no lo se Marco, estas cosas pasan, tranquilo que de amor no se muere nadie, lo superarás. (¿brasileño? ya se lo que le ha visto...) 

Me dice también que se encuentra solo porque sus colegas hooligans están todos en-noviados en Fase 1 y no le hacen mucho caso:
M- Si esto llega a pasarme hace 5 meses hubiera sido otra historia, estaría todo el día de pedo para ahogar las penas con los colegas pero ahora...
Marco y sus amigos tienen 23 años, están terminando la carrera.
Le digo que no debe preocuparse, salvo raras excepciones las parejas a esa edad duran poco, y si duran la Fase 1 pasa pronto. En breve volverá  a campar por los bares de Liverpool para mitigar su pena, haciendo uso de la exaltación de la amistad que producen las bebidas espirituosas y poniendo a parir a su ex (aunque esto no me gusta tanto, reconozco que ayuda a superar, o por lo menos desahoga)

También dice que lo que más le duele es el sentimiento de rabia por haber perdido, por haber resultado "el perdedor". No es la primera vez que oigo esto, de hecho lo he sentido en mis propias carnes. 
Como dice mi amiga, cuando hay una ruptura "necesitas ganar, sentir que has ganado, que has quedado por encima" desgraciadamente cuando sufres por amor nada de lo que digas o hagas te hará tener esa sensación.
No hay nada que cure el mal de amores, si te pasa (que a todo el mundo le pasa) toca sufrir como un jabatillo y esperar a que se cure.

Estoy pensando que este año el sufrimiento amoroso es un poco epidemia: Reina Mora tiene mal de amores, y Madam, Italiano 3 y Pequeña, e incluso mi becaria, que anda todo el día de orejas gachas.
La parte de Celestina que me falta, fantasea con organizar un encuentro entre el hooligan y la becaria a ver si levantan cabeza, tal vez en un concierto de las Nancys Rubias, con Vaquerizo en tacones enseñando el tanga, puro glamour...

Yo esta primavera no tengo mal de amores, lo que tengo son muchas ganas de juerga y un sentimiento agridulce de que me estoy haciendo mayor.

Será el cambio de tiempo que nos vuelve a todos locos.








martes, 7 de mayo de 2013

Por ser vos quien sois.


Me da mucha rabia la gente que se cree el ombligo del mundo y piensa que toda la humanidad les debe rendir pleitesía solo por existir, porque ellos lo valen.

Me refiero a estas personas a las que hay que llamar siempre, siempre, para todos los planes y si no, se enfadan. Ellos a tí no te llaman nunca, pero es que es tu obligación llamarles.
Saben más que nadie y si comprueban que tu sabes más, se enfadan.
Hay que hacer siempre lo que ellas/os quieran porque si no, se enfadan (y no respiran).
Por lo general suelen tener muy mal carácter y creen que todo lo hacen bien, de hecho lo hacen todo mejor que nadie.

Queridos míos, bajaros del burro.

Recuerdo con especial cariño a Doña Perfecta, con la que tuve una discusión terrible porque ella decía, y defendía con uñas y dientes, que es imposible ir de Verona a Nápoles en tren.
Yo con mucha diplomacia le contesté que lo había hecho dos veces.
P-no, no ,no, es imposible, y además es peligroso, eso no puede hacerse, ese trayecto es imposible que exista.
B-ya Perfecta, si no te digo que no sea incómodo y tal vez peligroso, pero te estoy diciendo que yo lo he hecho. 
Pues ella seguía en sus trece, me faltó enseñarle los billetes de tren y las fotos pero, pa qué? La Flaqui, la del Flequillo y yo, cada vez que nos acordamos de aquello nos tronchamos.

Y digo yo, ¿está gente por qué será así?  ¿qué les habrá impulsado a creerse los reyes del mambo y a pensar que el mundo entero les tiene que adorar sin dar ellos nada a cambio?
Lo siento majos, pero conmigo lo lleváis claro porque opino todo lo contrario, si quieres recibir tienes que dar, y mucho.
A veces se cae en el error de considerar importantes a esas personas que no vienen nunca, que nunca llaman, que siempre están muy ocupadas... Para mí es justo al revés.
Las personas a las que más valoro son aquellas que siempre están ahí, a las que cuando digo "Me acompañas a..." responden "SI" sin dejarme terminar la frase.
A quien más llamo es a quien más me llama a mí, y por supuesto a quién más valoro es a quien sabe todas mis miserias y le dan igual, sin soltar soplapolleces del estilo "eso a mi no me pasa".
A estas personas si les rindo pleitesía, porque ellas hacen lo mismo conmigo.

No soporto a la gente estúpida que espera recibir halagos y atenciones de los demás sin dar nada a cambio.

Llegados a este punto solo me queda mandarlos a esparragar, en avión que no en tren,  por ser vos quien sois.